Las 100 Mejores Películas del Cine Mexicano (III)

70.- En la Palma de tu Mano (Roberto Gavaldón, 1950)

Drama Policíaco. Jaime Karín (Arturo de Córdova), astrólogo y ocultista, utiliza a su esposa Clara (Carmen Montejo) para obtener información de sus futuras clientas. A través de ella se entera de que el millonario Vittorio Romano murió tras enterarse de la infidelidad de su esposa Ada (Leticia Palma). Karín se hace pasar ante Ada como amigo y confidente de su esposo y la mujer le confía que ella y su amante asesinaron al millonario para quedarse con su fortuna. Ada planea eliminar a su amante y propone a Karín hacerlo juntos y compartir la herencia… Una de las joyas mexicanas del film noir, nominada a 11 Arieles y ganadora de 8, entre ellos el de Mejor Argumento Original, Mejor Actor, Mejor Fotografía, Mejor Director y Mejor Película.

71.- Matinée (Jaime Humberto Hermosillo, 1976)

Aventuras. Aarón (Rodolfo Chávez Martínez) y Jorge (Armando Martín Martínez), dos niños provincianos, son compañeros de escuela. Cantan los himnos patrióticos y recitan los pecados capitales y las virtudes que los combaten con ejemplar mecanicismo. Una tarde se fugan del colegio para ir al cine, pero la matinée es frustrada por el vigilante de la sala, ese enemigo del pueblo. Los carteles anuncian las aventuras technicolor que no podrán ver: Robinson Crusoe (Luis Buñuel, 1954) y Vendaval en Jamaica (Alexander Mackendrick, 1965). Los chicos elaboran un plan para pasar las vacaciones juntos: Aarón viajará de polizón en el trailer de mudanzas del padre de su amigo, que parte con destino a Ciudad de México. Ya en la ruta, todo cambia de rumbo cuando se apodera del vehículo una banda de ladrones. Algunos de sus nombres: Virgilio (César Bono), Aquiles (Héctor Bonilla), Rolando (Ernesto Bañuelos). Entonces, la aventura adeudada por la sala es compensada por la que regalan las calles. En una serie de eventos inesperados, los niños acaban uniéndose a una banda de ladrones y pronto están gozando de una aventura mucho mayor que la de escaparse al cine… A la vez cruel y delicada, narrativa y metanarrativa, clásica y moderna, Matinée es una de las grandes películas de la historia del cine latinoamericano.

72.- Amor a la Vuelta de la Esquina (Alberto Cortés, 1985)

Drama Urbano. Tras escapar de prisión, María (Gabriela Roel) se rompe una pierna y es recogida por Julián (Alfonso Echánove), un contrabandista. La joven se aloja en una casa de huéspedes pero se va cuando Julián la deja sola por unos días. Después de vagabundear por un tiempo, María se encuentra con su amiga Martha (Martha Papadimitriou) quien la induce a prostituirse. Cómoda en su nueva vida, María parece estar satisfecha pero un impulso la lleva a buscar de nuevo a Julián… Segunda película de Gabriela Roel, la actriz de las cejas más pobladas del cine mexicano. El filme fue nominado a 8 premios Ariel (incluyendo Mejor Película), de los cuales obtuvo el de Mejor Actriz y Mejor Ópera Prima.

73.- Doña Diabla (Tito Davison, 1949)

Melodrama Pasional. La belleza de Ángela (María Félix) provoca que varios hombres se obsesionen con ella. Divorciada de un cínico oportunista, Ángela seduce y abandona sin compasión hasta que conoce a Adrián (Víctor Junco), un vividor igual o más calculador que ella… Nominación para su director al Gran Premio del Festival Internacional de Cine de Cannes en 1951, y a 6 Arieles de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, incluyendo Mejor Película, ganando sólo el de Mejor Actriz para la bella María Félix.








74.- Mecánica Nacional (Luis Alcoriza, 1972)

Comedia Costumbrista. Eufemio (Manolo Fábregas), el dueño de un taller mecánico, va con su familia y amigos a presenciar el final de la carrera Transcontinental de coches a las afueras de la ciudad de México, y con él va su abnegada esposa Chabela (Lucha Villa), su par de buenas hijas (Alma Muriel y Maritza Olivares) y una madre como la que todo el mundo se merece (genial Sara García). También acude su compadre el Güero (Pancho Córdova), la comadre Dora (Gloria Marín) y como la mitad de su barrio. Pero ya en el lugar, al parecer todos caen bajo un hechizo misterioso: el de "ya vale madres". De tal forma que llegada la noche de acampada, Eufemio no pierde tiempo en coquetear (y manosear) a las chicas turgentes, en especial a Laila (Fabiola Falcón), la cusca de la fiesta y esposa de Goyo (Héctor Suárez), el valentón que llega por accidente al lugar. Chabela se embriaga y canta para los presentes, acabando a nada de fajonear con un caballero de buen porte (Fernando Casanova) igual de desesperado por amor, mientras su comadre sí que llega a segunda base. Mientras tanto, la dulce abuela traga como animal, provocándose una indigestión terrible. Las hijas, en la edad de la punzada, bailan y se entienden con otros jóvenes que no son muy distintos a sus padres, sólo que disfrazados de hippies. Pero, como siempre, todo ha de ser descubierto…

Siguiendo una anécdota apenas trazada, el filme es, ante todo, un mural en movimiento acerca de las actitudes, conductas, pasiones y emociones predominantes en el México moderno de los 70’s, donde los valores tradicionales han sufrido una rápida transformación. Luis Alcoriza actor, guionista y director de ascendencia española y colaborador de Buñuel, busca retratos de la mexicanidad en situaciones triviales y personas con perfil un tanto idealista en donde “el todo se puede” aplica literalmente; se olvida del drama y a partir de aquí crea comedias de humor negro. El México de Mecánica Nacional es un país sobrepoblado y caótico que viaja a toda velocidad hacia el futuro; un país desconcertado, radical, a punto de entrar en una profunda crisis social, es un mosaico satírico de personajes y situaciones llevadas al extremo de la existencia urbana, girando alrededor de tres actividades básicas del ser humano: la comida, la bebida y el sexo. Vicios y virtudes, defectos y cualidades del mexicano se muestran a velocidad vertiginosa. El filme ganó el Ariel de Oro como Mejor Película en doble empate con El Castillo de la Pureza (Arturo Ripstein) y Reed, México Insurgente (Paul Leduc).

75.- Doña Bárbara (Fernando de Fuentes, 1943)

Melodrama Rural. Ubicada en Venezuela, es la historia del abogado Santos Luzardo (Julián Soler), que después de estudiar en Caracas, regresa a la provincia de Altamira, para hacerse cargo de un rancho. Ahí se encuentra con Doña Bárbara (María Félix), mujer que hace las veces de un cacique y mantiene sometidos a los campesinos de la región gracias a una mezcla de astucia, mano dura y brujería, al mismo tiempo que conoce a la hija desprotegida de “la devoradora”, Marisela (María Elena Márques). El encuentro resulta en que madre e hija se enamoran y disputan a ese hombre…

Reconocida adaptación de la novela homónima del escritor venezolano Rómulo Gallegos, encargado del guión y los diálogos de la película. Cuentan que al conocer éste a María Félix en un restaurante exclamó: “¡Es ella! ¡Es mi Doña Bárbara!”. Cuando hoy visionamos la película es imposible no sospechar que el apasionado prólogo parece fruto de la admiración del escritor por una mujer única: “De más lejos que nunca, de allá vino la trágica mujer… Hoy es la dueña de casi todo el cajón de la Aranca y señora de vida y hacienda, de rebaños y sabanas. El llano la teme y la obedece. Su hermosura fascina a los hombres y su oro compra leyes que la protegen y paga manos que por ella matan. Doña Bárbara. La terrible Doña Bárbara”. En 1998, en co-producción Argentina-España, se realizó una nueva adaptación cinematográfica de dicha novela, dirigida por Betty Kaplan, protagonizada por Esther Goris y Jorge Perugorria, que no tuvo el éxito esperado.

76.- Los Motivos de Luz (Felipe Cazals, 1985)

Drama Social. Luz (Patricia Reyes Spíndola) está en la cárcel, acusada de haber asesinado a sus hijos. El marido (Alfonso Echánove) y la suegra (Ana Ofelia Murguía) aseguran que ella los mató premeditadamente. La doctora Rebollar (Delia Casanova) pretende ayudar a la mujer, pero ésta no recuerda nada y piensa que la cárcel es el purgatorio: una etapa previa para llegar al cielo…

Este filme (nominado al Ariel como Mejor Película) arranca su historia de las páginas de la nota roja cotidiana y construye un retrato de la miseria urbana. Criticado por alterar los hechos reales y presentar a Luz como posible culpable, Cazals se desvía de la mera anécdota policíaca para internarse en el paisaje psicológico de la pobreza. El mismo año de 1985, Ana Díez y Dana Rotberg (la directora de Ángel de Fuego arriba señalada) realizaron un documental sobre el mismo caso, titulado Elvira Luz Cruz, Pena Máxima, ópera prima de ambas egresadas del Centro de Capacitación Cinematográfica, apegándose a las evidencias fiscales y dejando la ficción de lado. Se sabe que el proceso judicial en 1982 de la real Elvira Luz Cruz fue un compendio de anomalías, y lo que quedó al final fue una gran incógnita. La mujer fue sentenciada a 28 años de prisión a pesar de que muchas pruebas apuntaban a la culpabilidad del marido y la suegra. Para muchos, Elvira Luz fue encarcelada por ser pobre, analfabeta y mujer.

77.- Cronos (Guillermo del Toro, 1991)

Horror. En 1535, un alquimista medieval (Mario Iván Martínez) construye un pequeño pero extraordinario artefacto dorado, en cuyo interior se encuentra encapsulado un insecto que se alimenta de sangre y tiene el poder de ofrecer la eterna juventud. La invención, denominada “Cronos”, sobrevive a su fabricante hasta 1997, cuando es descubierta por el anticuario Jesús Gris (Federico Luppi). Fascinado, Gris no se da cuenta de que más de una persona anda en pos del extraño mecanismo: la promesa de vida eterna se ha convertido en una obsesión para el viejo y enfermo Dieter de la Guardia (Claudio Brook). Tanto él como su sobrino Ángel (Ron Perlman) harán lo que sea con tal de conseguir "la invención de Cronos"…

La ópera prima del director Guillermo Del Toro se adentra en los mundos de la alquimia sobrenatural y el vampirismo para ofrecernos una curiosa fábula adulta sobre el precio de la vida eterna. Hay que destacar el magníficamente aprovechado presupuesto y una dirección entusiasta y original que se sobrepone a los pequeños inconvenientes de una propuesta tan irreal, un ejercicio de terror estilizado y muy clásico, casi gótico, que fue muy galardonado en su país de origen y aplaudido fuera de sus fronteras. La misma ambientación del filme, repleta de filtros azulados, recuerda a La Mosca (The Fly, 986) de Cronenberg en algunos aspectos y, al igual que el director canadiense, Del Toro incide más en el terror interior que en el exterior, más en la enfermedad que en las amenazas externas. Cronos fue la cinta ganadora de un Premio Especial en el Festival de Cannes de 1993 y de los 8 Arieles a los que fue nominada, incluyendo 5 estatuillas para Del Toro: por Mejor Película, Dirección, Ópera Prima, Argumento Original y Guión.

78.- Ángel de Fuego (Dana Rotberg, 1991)

Drama Urbano. La joven trapecista Alma (Evangelina Sosa) vive y trabaja en el circo “Fantasía” junto con su padre, el payaso Renato (Alejandro Parodi), y sus colegas en el arte del entretenimiento. Las cosas no marchan bien. Como negocio, el circo es un fracaso; como familia alternativa, una comunidad poco feliz. En un acto de desesperación, la chica comete incesto con su padre, hombre enfermo y obsesionado por la mujer que los abandonó. La muerte de él, cambia el destino de la joven. Con el fruto del incesto en su vientre y un comentario en su conciencia (“Te va a salir mal, un monstruo; Dios no te lo va a perdonar nunca”) Alma se marcha del circo. Una familia nueva se cruza entonces en su camino: tres marionetistas ambulantes –encabezados por Refugio (Lilia Aragón)- que se dedican a poner en escena historias de la Biblia y recogen luego de sus actuaciones nombres y firmas para su Libro del Perdón; lo que Alma busca, justamente… Esta fue la segunda y (hasta el momento) penúltima cinta de la guionista, productora y directora mexicana Dana Rotberg. La cinta fue nominada al Ariel como Mejor Película, pero fue derrotada por Cronos, ópera prima de Guillermo del Toro. Recibió el premio al Mejor Dirección de Arte en el Festival de la Habana en 1992, el premio a la Mejor Actriz y a la Mejor Directora en el Festival de Fantasporto, y el premio de la Crítica Extranjera en la VI Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara.

79.- Luponini (El Terror de Chicago) / Luponini de Chicago (José Bohr, 1935)

Drama Policiaco. Luponini (José Bohr) es un empleado bancario enamorado de la hija del gerente, quien no le hace caso. Una noche roba un coche y lleva a Luisa, una compañera de trabajo, a bailar. Al poco tiempo abandona el banco se casa con Luisa y forma una banda de asaltantes. Abandona a su esposa por una cabaretera pero cuando roba el banco la hace parecer su cómplice por lo que se ve forzada a unirse al grupo. Tras un asalto frustrado cae en un precipicio y es desfigurado por lo que se somete a una operación facial que le deja el rostro de un chino. Luisa lo denuncia y muere al salir de un cine en brazos de ella…

José Bohr, actor, director, cantante y compositor nacido en 1901 en Alemania y criado en Chile y Argentina, reside en Estados Unidos desde mediados de los años veinte, donde filma algunos de los primeros cortos musicales en español para De Forest en 1926. Participaría en numerosas cintas largas y cortas habladas en español principalmente como cantante, antes de su paso por el cine mexicano en los treintas. El “Che” Bohr es un autor casi total de sus cintas: productor, director, argumentista y, por supuesto, casi siempre, actor principal, cantante y compositor de la música. A la improvisada realización característica de su cine, se suman argumentos habitualmente reñidos con la lógica y la coherencia, siempre al servicio del exhibicionismo y la megalomanía de su creador. Su trabajo cinematográfico (iniciado en 1933) lo realizó al lado de su pareja, la pianista chilena Eva Limiñana, quien firmaba como “La Duquesa Olga” sus labores de producción y argumentista. En Luponini no sólo vemos una cinta de gangsters que asemeja la vida de John Dillinger sino que también vemos un musical ya que Bohr no desaprovecha las oportunidades de mostrarse como un crooner que puede competir con quien sea. La cinta es barata y muy incoherente pero con una sinceridad que contamina a la audiencia que aplaudía siempre que Luponini saltaba sobre el mostrador durante el asalto al banco. Alternan con José Bohr, Anita e Isabelita Blanch, Carlos Villatoro, Maruja Gómez y el boxeador Raúl Talán, Manuel Buendía y los comediantes Arturo Manrique Panseco y Jorge Treviño.

80.- La Perla (Emilio Fernández, 1945)

Drama Rural. En una humilde villa de pescadores, Quino (Pedro Armendáriz) y su esposa Juana (María Elena Márques) sufren la angustia de ver a su pequeño hijo picado por un alacrán. El médico del lugar, un codicioso extranjero (Charles Rooner), se niega a proporcionarles atención y el niño es salvado por una curandera. Quino encuentra una valiosa perla en el mar que es fruto de la codicia del doctor y su hermano (Fernando Wagner). Juana está convencida de que la posesión de esa perla sólo les traerá dificultades, y trata de convencer a su marido para que la devuelva al mar. Él no la escucha, y sólo piensa en lo que podrán tener con lo que consigan de su venta. Así que acude a los traficantes del pueblo. Estos quieren pagarle mucho menos de su valor real, haciéndole creer que una perla tan grande no interesa a nadie. No acepta venderla al precio que le ofrecen, por lo que decide ir a venderla a la ciudad...

La Perla, como su nombre lo indica, es una verdadera joya. Una elogiada adaptación de la novela corta de John Steinbeck, con una fotografía maravillosa a cargo de Gabriel Figueroa (probablemente la mejor cámara que ha tenido el cine mexicano). Nominada a 10 premios Ariel en su segunda edición, de los cuales fue ganadora de cuatro; entre ellos Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor (Armendáriz), Mejor Actor de Cuadro (Juan García) y evidentemente Mejor Fotografía. Gabriel Figueroa ganó igualmente el Globo de Oro por su labor y Fernández fue nominado al León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia. La película es un despliegue de luces y sombras, paisajes majestuosos, primeros planos y secuencias dramáticas de primer nivel. Un guión inteligente, de pocos diálogos pero contundentes, además de una actuación bien lograda. Por otra parte es un buen retrato de la pobreza humana, tanto material como existencial, y a su vez una apología de la lucha por la igualdad de oportunidades y la esperanza de los de abajo de poder vivir una vida plena. En resumen, el contraste entre los sueños y la dura realidad. Como dato curioso, habrá que mencionar que La Perla es una coproducción entre los estudios mexicanos Águila Films y la RKO de Hollywood, y que Emilio Fernández siempre tuvo en mente que fuera protagonizada por Olivia de Havilland, sin embargo, los avatares del proyecto hicieron que nunca pudiera ofrecerle el guión a la dulce actriz de sus sueños.

Continuará...