El destino lo ha permitido, y este 4 de Julio la respetable actriz Gloria Stuart celebra nada menos que su cumpleaños número 100, un gusto reservado para muy pocos seres humanos, un capricho que la vida concede solo algunos. Vivir un siglo completo, ver transcurrir el tiempo paulatinamente, conocer de primera mano los cambios políticos del planeta, las guerras mundiales, los desastres ecológicos, el ascenso y caída de líderes, de grandes estrellas y dantescos estudios, la variabilidad en gustos y géneros, y las innovaciones que trae la tecnología en multitud de campos, es ser fiel testigo de la historia humana en un lapso de tiempo que parece tan largo pero que en realidad es muy corto si se compara con los millones de años que tenemos detrás, es ser elegido por Dios como testigo de sus designios en la última centuria, pero sobre todo, es ser alguien especial.
Gloria Frances Stewart nació en Santa Mónica, California, el día de la Independencia estadounidense, el 4 de Julio de 1910. Se graduó de la preparatoria de Santa Mónica en 1927 y estudió en la Universidad de California – Berkeley, pero abandonó los estudios, pues mientras estudiaba comenzó a trabajar en producciones teatrales. Para ello, acortó su apellido de “Stewart” a “Stuart”, porque pensaba que en las marquesinas sus seis letras quedarían perfectamente equilibradas con las seis letras de su primer nombre. El 21 de junio de 1930 contrajo matrimonio con el escultor Blair Gordon Newell, pero continuó actuando en los escenarios. Vista por los cazatalentos de los estudios de cine, que le ofrecían a esa rubia actriz glamorosa la garantía de grandes planes para el futuro, Gloria hizo su debut cinematográfico contratada por la Universal en 1932 con la cinta Calle de Mujeres (Street of Women, Archie Mayo), melodrama romántico protagonizado por Kay Francis y Roland Young, estrenado en cines el día de su cumpleaños número 22. En él, Stuart tenía uno de los roles estelares, pero su siguiente película solo forma parte del reparto de la primera versión sonora de Back Street (John M. Stahl, 1932), drama protagonizado por Irene Dunne, John Boles, June Clyde y Zasu Pitts, pues al momento de la filmación todavía no se estrena su primera película y no sabía que tanto potencial podía tener la actriz en la pantalla grande.
Y a continuación llega su primera colaboración con el director que le aseguraría un lugar en la historia cinematográfica: James Whale, que venía de asegurarle un exitazo a la Universal con Frankenstein (1931) y de su primer tropiezo ante la censura de The Impatient Maide (1932), con Lew Ayres y Mae Clark. Whale contrata a Gloria para un papel secundario de El Caserón de las Sombras (The Old Dark House), filme de horror considerado uno de los mejores de la filmografía de su director, en el que una terrible noche de tormenta, cinco viajeros perdidos llegan a refugiarse en una tétrica mansión, pero su excéntrica familia no parece muy feliz ante la perspectiva de tener invitados, parece incluso temer que algo que sucede en la casa, pudiera desencadenarse sobre los inesperados huéspedes. El filme presenta a Boris Karloff distinto al de su encarnación del monstruo de su anterior película, acompañado por Melvyn Douglas, Charles Laughton, Lilian Bond, Ernest Thesiger, Eva Moore y Raymond Massey. Pero enseguida la actriz realizó el drama The All-American (Russell Mack, 1932), sobre el ascenso y caída del ídolo del fútbol americano “Gary King”, interpretado por Richard Arlen, con un reparto que incluía a Andy Devine, James Gleason, John Darrow y June Clyde. Esta sería la primera cinta en que Gloria Stuart aparecería como la protagonista femenina, como también lo hizo en Hombres sin Miedo (Air Mail, 1932), drama de aviación dirigido por el incipiente John Ford, y estelarizado por Ralph Bellamy, Pat O’Brien y Lilian Bond.
Luego de las cinco películas que filmó en 1932, Gloria había conseguido posicionarse como una de las más recurrentes damas jóvenes de los estudios Universal, que ante la falta de grandes nombres en su nómina, intentaban crear estrellas propias para sus producciones. En 1933 interviene en 9 filmes, cuatro de ellos para otros estudios, como Honrarás a tu Padre (Sweepings, John Cromwell), para la RKO, junto a Lionel Barrymore; el drama criminal para la Paramount The Girl in 419 (Alexander Hall, George Somnes), con James Dunn y David Manners; la comedia musical de ciencia ficción It’s Great to be Alive (Alfred L. Werker), realizada para la Fox (que produjo el mismo año la versión hispanoamericana con el título de El Último Hombre sobre la Tierra, dirigida por James Tinling), con las actuaciones de Raul Julien, Herbert Mundin, Edna May Oliver y Dorothy Burguess; y Escándalos Romanos (Roman Scandals, Frank Tuttle), comedia musical disparatada sobre una historia original de los sensacionales George S. Kaufman y Robert E. Sherwood, filmada para The Samuel Goldwyn Company, protagonizada por el cómico Eddie Cantor, en la que Stuart hace el papel de princesa romana. Sin abandonar el género del suspenso y terror, realiza para la Universal el thriller Secret of the Blue Room (Kurt Neumann), con Lionel Atwill y Paul Lukas; y Un Beso Ante el Espejo (The Kiss Before the Mirror), donde es dirigida de nuevo por James Whale. La cinta está basada en la obra del húngaro Ladislas Fodor, en la que un abogado (Frank Morgan) defiende a su mejor amigo, un médico (Paul Lukas), acusado de asesinar a su esposa (Gloria Stuart) por sospechas de infidelidad (con un brevemente visto Walter Pidgeon). Mientras lleva el caso, el abogado comenzará a sospechar de la infidelidad de su propia mujer (Nancy Carroll). Ese año también llegaría la película más recordada de la primera etapa de su filmografía: El Hombre Invisible (The Invisible Man), dirigida también por Whale, que sustenta unos efectos visuales asombrosos para la época. Claude Rains, en su debut cinematográfico, realiza una magnífica interpretación del misterioso doctor que descubre un suero que le hace invisible y que con el fin de ocultar su descubrimiento, se esconde en una aldea inglesa a la que llega cubierto de vendajes y con gafas de sol. Sin embargo, la misma sustancia que le hace invisible va impulsándolo también, poco a poco, a cometer actos brutales y atroces. Gloria Stuart hace el papel de la novia del hombre invisible.
Paralelo al éxito logrado en su carrera, en 1934 firma el divorcio de su primer marido, y semanas después, el 29 de julio de ese año se casa (ambos en segundas nupcias) con el escritor Arthur Sheekman, con el que engendraría a su única hija: Sylvia Sheekman Thompson (nacida el 19 de junio de 1935), que sería en su adultez una escritora de libros de cocina. Entre 1934 y 1939 Gloria Stuart lograría salir del anonimato que parecía caer como maldición para las actrices que hubieran interpretado a la dama en peligro de las películas de los monstruos de la Universal, como los casos de Mary Philbin (El Fantasma de la Ópera, 1925), Helen Chandler (Drácula, 1931), Mae Clark (Frankenstein, 1931), Zita Johann (La Momia, 1932), o Peggy Moran (La Mano de la Momia, 1940), y filma 28 películas. Es su etapa más fructífera, pues ve como su popularidad va en ascenso al ser requerida por grandes estudios. Para la Warner Brothers filma Aquí viene la Armada (Here Comes to Navy, Lloyd Bacon, 1934), junto a James Cagney y Pat O’Brien, comedia romántica en el mundo de la armada americana que estuvo nominada al Oscar como Mejor Película; y Vampiresas 1935 (Gold Diggers of 1935, Busby Berkeley, 1935), famoso musical coproducido por la First National, ganador del Oscar a Mejor Canción ("Lullaby of Broadway") y en el que intervienen Dick Powell, Adolphe Menjou, Alice Brady y Glenda Farrell.
A su paso por la 20th Century Fox interviene en varias cintas, entre las que destacan: Soldado Profesional (Professional Soldier, Tay Garnett), con Victor McLaglen, Constance Collier y el actor infantil del momento Freddie Bartholomew; The Crime of Dr. Forbes (George Marshall, 1936); 36 Hours to Kill (Eugene Forde, 1936), drama romántico al lado de Brian Dolenvy; y Prisionero del Odio (The Prisoner of Shark Island, John Ford, 1936), junto a Warner Baxter interpretando al “Dr. Mudd”; un médico que en 1865 es condenado a perpetuidad en la cárcel de la Isla Tiburón por haber curado de una pierna rota al asesino de Abraham Lincoln. Gloria hace el papel de su sufrida esposa, y luego le hace segunda a la niña estrella por excelencia, Shirley Temple en Pobre Niña Rica (Poor Little Rich Girl, Irving Cummings, 1936), junto a Alice Faye; y en Rebecca of Sunnybrook Farm (Allan Dwan, 1938), vehículo con el que la Fox intentaba promocionar a su estrella infantil con miras a estelarizar El Mago de Oz (Victor Fleming, 1939) que estaba produciendo la MGM. Randolph Scott, Jack Haley (el Hombre de Hojalata), y Phyllis Brooks actúan en la cinta de Dwan. Gloria cuenta que en un principio rechazó hacer la película porque sentía que el material tan soso no era para la calidad de sus habilidades dramáticas, sin embargo, Darry F. Zanuck, el productor, la obligó a hacer la película, pues estaba bajo contrato con el estudio, explicándole que si lo que quería era ser famosa, este filme sería visto por millones debido a la popularidad de Shirley Temple. No se equivocó. Pero mejores oportunidades no había, cambia a la Columbia y ahí protagoniza The Lady Objects (Erle C. Kenton, 1938), cinta que le dio la primera de sus cinco nominaciones al Oscar al letrista Oscar Hammerstein II en la categoría de Mejor Canción. En la cinta, Gloria interpreta a la secretaria de un bufet jurídico que ha visto subir su carrera hasta convertirse en una prominente abogada, pero su éxito va de la mano con el fracaso de su matrimonio, ya que su esposo (Lanny Ross) recién convertido a cantante de un club nocturno, le recrimina que ella esté tan centrada en su carrera que no tenga tiempo para cumplir con sus obligaciones de ama de casa. Un crimen que sucede en el departamento del esposo, lo llevará a juicio y será su mujer la encargada de defenderlo ante la corte. Una cinta adelantada a su tiempo que dio mucho de que hablar ese año. A continuación intervino en Los Tres Mosqueteros (The Three Musketeers, Allan Dwan, 1939), bizarra adaptación que Dwan realiza de la novela de Alejandro Dumas en la que Don Ameche interpreta a “D’Artagnan”, Gloria Stuart a la “Reina Ana”, Binnie Barnes a “Milady De Winter”, Joseph Schildkraut a “Luis XIII”, y a parte de los mosqueteros (Douglass Dumbrille, Russell Hicks, John “Dusty” King), los estrambóticos hermanos Ritz (una mala combinación entre los hermanos Marx y los Tres Chiflados) interpretan a un trío de lacayos sobre los que recae la acción de la película.
Llegaba 1939 y Gloria interviene en It Could Happen to You (Alfred L. Werker, 1939), comedia de misterio en la que interpreta a la esposa de Stuart Erwin acusado de asesinato por lo que intentará ella resolver el caso. Como se ve, era una trama que aprovechaba la idea original de The Lady Objetc. Habían transcurrido casi ocho años desde su debut en cine, y pese a que el trabajo no le faltaba, la actriz no se había convertido en la gran estrella que le habían prometido ser. Había trabajado con algunos de los grandes estudios de la época, pero en producciones menores y a la vista no parecía que esta situación cambiara. Su éxito más logrado había sido bajo la tutela de James Whale, así que decidió tomarse un descanso de la pantalla y regresar a los escenarios. No volvió sino hasta 1943 para actuar ya en papeles secundarios en cuatro cintas de escaso prestigio. Nuevamente en 1946 abandona el cine, y ya no volvería a la actuación hasta casi 30 años después. Mientras tanto, se dedicó a su otra pasión, la pintura, oficio que le supuso exposiciones en galerías de Nueva York, Austria e Italia.
Paralelo al éxito logrado en su carrera, en 1934 firma el divorcio de su primer marido, y semanas después, el 29 de julio de ese año se casa (ambos en segundas nupcias) con el escritor Arthur Sheekman, con el que engendraría a su única hija: Sylvia Sheekman Thompson (nacida el 19 de junio de 1935), que sería en su adultez una escritora de libros de cocina. Entre 1934 y 1939 Gloria Stuart lograría salir del anonimato que parecía caer como maldición para las actrices que hubieran interpretado a la dama en peligro de las películas de los monstruos de la Universal, como los casos de Mary Philbin (El Fantasma de la Ópera, 1925), Helen Chandler (Drácula, 1931), Mae Clark (Frankenstein, 1931), Zita Johann (La Momia, 1932), o Peggy Moran (La Mano de la Momia, 1940), y filma 28 películas. Es su etapa más fructífera, pues ve como su popularidad va en ascenso al ser requerida por grandes estudios. Para la Warner Brothers filma Aquí viene la Armada (Here Comes to Navy, Lloyd Bacon, 1934), junto a James Cagney y Pat O’Brien, comedia romántica en el mundo de la armada americana que estuvo nominada al Oscar como Mejor Película; y Vampiresas 1935 (Gold Diggers of 1935, Busby Berkeley, 1935), famoso musical coproducido por la First National, ganador del Oscar a Mejor Canción ("Lullaby of Broadway") y en el que intervienen Dick Powell, Adolphe Menjou, Alice Brady y Glenda Farrell.
A su paso por la 20th Century Fox interviene en varias cintas, entre las que destacan: Soldado Profesional (Professional Soldier, Tay Garnett), con Victor McLaglen, Constance Collier y el actor infantil del momento Freddie Bartholomew; The Crime of Dr. Forbes (George Marshall, 1936); 36 Hours to Kill (Eugene Forde, 1936), drama romántico al lado de Brian Dolenvy; y Prisionero del Odio (The Prisoner of Shark Island, John Ford, 1936), junto a Warner Baxter interpretando al “Dr. Mudd”; un médico que en 1865 es condenado a perpetuidad en la cárcel de la Isla Tiburón por haber curado de una pierna rota al asesino de Abraham Lincoln. Gloria hace el papel de su sufrida esposa, y luego le hace segunda a la niña estrella por excelencia, Shirley Temple en Pobre Niña Rica (Poor Little Rich Girl, Irving Cummings, 1936), junto a Alice Faye; y en Rebecca of Sunnybrook Farm (Allan Dwan, 1938), vehículo con el que la Fox intentaba promocionar a su estrella infantil con miras a estelarizar El Mago de Oz (Victor Fleming, 1939) que estaba produciendo la MGM. Randolph Scott, Jack Haley (el Hombre de Hojalata), y Phyllis Brooks actúan en la cinta de Dwan. Gloria cuenta que en un principio rechazó hacer la película porque sentía que el material tan soso no era para la calidad de sus habilidades dramáticas, sin embargo, Darry F. Zanuck, el productor, la obligó a hacer la película, pues estaba bajo contrato con el estudio, explicándole que si lo que quería era ser famosa, este filme sería visto por millones debido a la popularidad de Shirley Temple. No se equivocó. Pero mejores oportunidades no había, cambia a la Columbia y ahí protagoniza The Lady Objects (Erle C. Kenton, 1938), cinta que le dio la primera de sus cinco nominaciones al Oscar al letrista Oscar Hammerstein II en la categoría de Mejor Canción. En la cinta, Gloria interpreta a la secretaria de un bufet jurídico que ha visto subir su carrera hasta convertirse en una prominente abogada, pero su éxito va de la mano con el fracaso de su matrimonio, ya que su esposo (Lanny Ross) recién convertido a cantante de un club nocturno, le recrimina que ella esté tan centrada en su carrera que no tenga tiempo para cumplir con sus obligaciones de ama de casa. Un crimen que sucede en el departamento del esposo, lo llevará a juicio y será su mujer la encargada de defenderlo ante la corte. Una cinta adelantada a su tiempo que dio mucho de que hablar ese año. A continuación intervino en Los Tres Mosqueteros (The Three Musketeers, Allan Dwan, 1939), bizarra adaptación que Dwan realiza de la novela de Alejandro Dumas en la que Don Ameche interpreta a “D’Artagnan”, Gloria Stuart a la “Reina Ana”, Binnie Barnes a “Milady De Winter”, Joseph Schildkraut a “Luis XIII”, y a parte de los mosqueteros (Douglass Dumbrille, Russell Hicks, John “Dusty” King), los estrambóticos hermanos Ritz (una mala combinación entre los hermanos Marx y los Tres Chiflados) interpretan a un trío de lacayos sobre los que recae la acción de la película.
Llegaba 1939 y Gloria interviene en It Could Happen to You (Alfred L. Werker, 1939), comedia de misterio en la que interpreta a la esposa de Stuart Erwin acusado de asesinato por lo que intentará ella resolver el caso. Como se ve, era una trama que aprovechaba la idea original de The Lady Objetc. Habían transcurrido casi ocho años desde su debut en cine, y pese a que el trabajo no le faltaba, la actriz no se había convertido en la gran estrella que le habían prometido ser. Había trabajado con algunos de los grandes estudios de la época, pero en producciones menores y a la vista no parecía que esta situación cambiara. Su éxito más logrado había sido bajo la tutela de James Whale, así que decidió tomarse un descanso de la pantalla y regresar a los escenarios. No volvió sino hasta 1943 para actuar ya en papeles secundarios en cuatro cintas de escaso prestigio. Nuevamente en 1946 abandona el cine, y ya no volvería a la actuación hasta casi 30 años después. Mientras tanto, se dedicó a su otra pasión, la pintura, oficio que le supuso exposiciones en galerías de Nueva York, Austria e Italia.
Considerando que su carrera cinematográfica está acabada, Gloria es rescatada por la Televisión hacia mediados de los años 70’s, y participa en algunas cintas hechas para la televisión tal y como estaban haciendo grandes actrices y actores de antaño que veían menguada su trayectoria en la gran pantalla, pero en la mayoría, Gloria solo tiene breves intervenciones o su participación se reduce a meros cameos. Es la época en que muere su esposo, Arthur Sheekman (1978). Ella siguió buscando trabajo y por fin, en 1982 regresa al cine con un pequeño papel en la nostálgica Mi Año Favorito (My Favorite Year, Richard Benjamin, 1982), protagonizada por Mark Linn-Baker, Jessica Harper y un Peter O’Toole en estado de gracia emulando a Errol Flynn, el ídolo de los años 30’s consumido por el alcoholismo. La película recibió buenas críticas y O’Toole fue nuevamente nominado al Oscar como Mejor Actor, claro, perdió nuevamente. Tras la muerte de su marido, Gloria mantuvo una relación de una década con el impresor Ward Ritchie, nacido en 1904. Ambos se conocieron en 1930 cuando era el mejor amigo de su primer esposo. Luego se reencontraron en marzo de 1983 y vivieron juntos hasta su muerte en 1996. Luego de Mi Año Favorito, la actriz hizo Algo En Qué Creer (Mass Appeal, Glenn Jordan, 1984), drama protagonizado por Jack Lemmon, y la comedia gamberra Wildcats (Michael Ritchie, 1986), con Goldie Hawn en la cima de su popularidad. Gloria nuevamente dejó el cine, en 1989 hizo su último telefilme, el drama criminal She Knows Too Much (Paul Lynch, 1989), con Meredith Baxter y Robert Urich, y volvió a retirarse de la actuación.
Ese “resurgir de las cenizas” a las que Gloria Stuart estaba acostumbrada tuvo en 1997 su más grande ejemplo, pues tras no actuar desde 1989, gracias a la batuta de James Cameron consiguió el mayor de los éxitos cinematográficos de su carrera, a los que cualquier actriz, de cualquier edad, en cualquier época, pude aspirar: se convirtió en la anciana “Rose” que sobrevivió a la tragedia del Titanic en 1912, y esta versión del hundimiento del famoso barco fue la más taquillera de las películas de los 90’s, con su historia de amor entre una chica de alta sociedad venida a menos, obligada por su madre a casarse con un joven millonario y viajar a América en el viaje inaugural del transatlántico inglés, en cuya cubierta conoce a un chico pobre pero encantador del que termina enamorándose, viviendo juntos un amor tan breve como apasionado que ni la tragedia del hundimiento ni el paso del tiempo puede destruir. Kate Winslet interpretó a la “Rose” joven y Leonardo DiCaprio se convirtió en el ídolo por excelencia de las jovencitas de finales de la década. Stuart estaba sensacional en sus escenas como narradora de esta historia que hizo enamorarse a cientos de parejas en todo el mundo. Titanic (James Cameron) recibió nada menos que 14 nominaciones al Oscar, entre las que estaban las candidaturas para Winslet y Stuart como Mejor Actriz y Mejor Actriz Secundaria, respectivamente. Pero aunque ninguna de las dos triunfó esa noche, la cinta sí cosecharía 11 estatuillas doradas, incluyendo las de Mejor Película, Mejor Director, Mejores Efectos Visuales, Mejor Música y Mejor Canción. Y Gloria Stuart, que tenía año y medio de edad cuando la verdadera tragedia del Titanic ocurrió, se convirtió de la noche a la mañana en la persona más vieja en conseguir su primera candidatura al Oscar, por la película número 50 de su filmografía. Tenía 87 años, y por supuesto, ya se había resignado hacía muchísimas décadas en nunca ver realizado este sueño. “Cuando me gradué de la preparatoria de Santa Mónica en 1927, fui votada como la mujer con más probabilidades de éxito –dijo en una entrevista-. No me di cuenta que tomaría tanto tiempo.” Gloria recibió por este filme la nominación al Globo de Oro, y los premios a Mejor Actriz Secundaria del Círculo de Críticos de Kansas, el premio Saturno de la Academia de Ciencia Ficción, Fantasía y Filmes de Horror, y el premio de los Screen Actors Guild en empate con la rubia Kim Basinger por L.A. Confidencial (Curtis Hanson, 1997), la ex estrella ochentera que terminó ganando el Academy Award.
Su carrera tras el éxito de Titanic siguió y participó en exitosas series televisivas como Tocado por un Ángel (2001), General Hospital (2002-2003), Miracles (2003) y como pequeño homenaje en El Hombre Invisible (2001). En la pantalla grande actuó en cintas como el melodrama Carta de Amor (The Love Letter, Peter Chan, 1999), con Kate Capshaw, Ellen DeGeneres, Tom Everett Scott y Tom Selleck; el drama The Million Dollar Hotel (Wim Wenders, 2000), con Jeremy Davies, Milla Jovovich y Mel Gibson; y Tierra de Abundancia (Land of Plenty, Wim Wenders, 2004), drama estelarizado por Michelle Williams y John Diehl, que ha significado su último trabajo hasta el momento.
Elegida curiosamente en 1998 por la revista People como una de las 50 personas vivas más bellas del mundo, Gloria Stuart quizá ya no tenga tiempo para volver a las pantallas. Se ha retirado nuevamente, esta vez segura de ya no quedarle nada más que pueda desear cinematográficamente. Hollywood le regaló en el 2000 su estrella en el paseo de la fama. Tiene cuatro nietos y 12 bisnietos. A todos los está viendo crecer. Actualmente vive en Brentwood, Los Ángeles, es anciana, pero está feliz. Espera con tranquilidad la visita de una vieja amiga que se llevó a los meses de nacido a su hermano menor en 1912, la misma que le quitó a sus padres, la compañía de sus parejas sentimentales y la de sus amigos más cercanos. Sin embargo ahora ella está contenta, las grandes estrellas no llegan a vivir 100 años y ella, sin serlo, lo ha logrado. En las pantallas de plata consiguió la inmortalidad invisible de su juventud, y en el lujo del color y los grandes efectos, queda constancia de su vejez. Este 4 de Julio, los fuegos artificiales que se lancen en toda la unión americana también la festejarán a ella, y por muy potentes y coloridos que sean, esta vez no eclipsarán su estrella, pues 100 años solo se celebran una sola vez en la vida. Recordémosla...
Elegida curiosamente en 1998 por la revista People como una de las 50 personas vivas más bellas del mundo, Gloria Stuart quizá ya no tenga tiempo para volver a las pantallas. Se ha retirado nuevamente, esta vez segura de ya no quedarle nada más que pueda desear cinematográficamente. Hollywood le regaló en el 2000 su estrella en el paseo de la fama. Tiene cuatro nietos y 12 bisnietos. A todos los está viendo crecer. Actualmente vive en Brentwood, Los Ángeles, es anciana, pero está feliz. Espera con tranquilidad la visita de una vieja amiga que se llevó a los meses de nacido a su hermano menor en 1912, la misma que le quitó a sus padres, la compañía de sus parejas sentimentales y la de sus amigos más cercanos. Sin embargo ahora ella está contenta, las grandes estrellas no llegan a vivir 100 años y ella, sin serlo, lo ha logrado. En las pantallas de plata consiguió la inmortalidad invisible de su juventud, y en el lujo del color y los grandes efectos, queda constancia de su vejez. Este 4 de Julio, los fuegos artificiales que se lancen en toda la unión americana también la festejarán a ella, y por muy potentes y coloridos que sean, esta vez no eclipsarán su estrella, pues 100 años solo se celebran una sola vez en la vida. Recordémosla...
Happy Birthday Gloria!!!!
ResponderEliminarYou are my favourite actress.
Esta gran actriz celebra los 100 años, siendo tan hermosa como lo ha sido siempre. Desde lo más profundo del corazón le deseamos un feliz aniversario.
feliz cumpleaños Gloria, y ojala cumplas muchos mas
ResponderEliminarCieeen años; qué bonito el viaje... no sabía nada de ella, salvo cuando subió al Titanic; y luego la vi en el crepúsculo de los dioses, espero no estar confundiééendome.... :_)
ResponderEliminarHay esa serie... "united states of Tara" - yo es que la he visto en inglés no sé si ya está por aquí, aamos que no lo hago para hacerme el interesante jajajaja..... y en la canción decía algo así como "seremos felices cuando aprendamos a amar el viaje"; ya, cosas fáciles de decir.
Un abrazo de vi que me seguías, signifique lo que signifique eso y me he encontrado con el vieja de otra Gloria.
ohhh, vaaale, ya me acabo de enterar que confundía las Glorias; la del crepúsculo fue la Swanson, con razón pensaba yo que cómo se había dulcificado jajajaja
ResponderEliminarun abrazo, vale un beso volado, que hace caló, a menos que te ponga el sudor ;) (aunque ahora no sudo jajajaja:)
kate felizzzzzzzz cumpleaños que Dios te regale unos años mas de vida para seguierte viendo bella como eres
ResponderEliminarDESCANSE EN PAZ. AHORA DISFRUTA DE ESA PANTALLA GIGANTE QUE ES EL CIELO, JUNTO A PAPITO DIOS. HARA DISFRUTAR A TODOS LOS QUE LE RODEAN, YA QUE FUE UNA ARTISTA EXCELENTE EN TODO EL SENTIDO DE LA PALABRA.
ResponderEliminarAMEN, AIDA L. CONCEPCION FEBO
excelente blog los felicito.
ResponderEliminargloria fuiste tan hermosa y ahora mi Dios estará contigo en el cielo
ResponderEliminarD. E. P.
ResponderEliminardescansa en paz gloria gracias por ser tan buen persona tan buena actriz en fin gracias por todo ojala hayas sido feliz estoy 100 anos de tu vida ahora que estas en el reino de dios junto a el te voy aextranar al igual que mucha gente te quiero mucho y descansa en paz amen.ignacio itzcovich
ResponderEliminarUn previlegio conocer a una estrella de cine de la categoria de Gloria., que descanse en Paz y bendita fuistes que viviste un siglo para entregar a la pantalla lo que hoy es muy dificil.Anad
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