ELSA LANCHESTER
-actriz inglesa de teatro, cine y televisión-
(28 de Octubre de 1902 - 26 de Diciembre de 1986)
En 1975, Elsa Lanchester, la actriz protagonista de La Novia de Frankenstein (Bride of Frankenstein, James Whale, 1935) concedió una entrevista a la Revista “Monster On the Movies” en las que hace algunas referencias a su mítico personaje. Aquí se muestra una parte de esa entrevista. Pasen y lean.
Entrevistador: Nos provocaste todo tipo de morbosas fantasías cuando éramos jóvenes, porque la Novia de Frankenstein era a la vez terrorífica y hermosa. ¿Qué opinas de “La Novia” hoy en día?
Lanchester: Sin duda es el papel más atractivo que he interpretado. En aquella época yo tenía un rostro extraño, pero por raro que parezca, si fuera joven ahora no lo sería tanto. [El maquillaje se basó en una reina de Egipto] La reina Nefertiti. Barbra Streissand ha vuelto a poner ese estilo de moda. Lo curioso es que Boris Karloff era maquillado por el mismo hombre (Jack Pierce). Se tomaba creo cuatro, o quizás cinco horas en la silla de maquillaje, mientras que yo pasaba unas tres o cuatro. Así que Boris empezaría su sesión a las dos y media de la mañana y yo llegaba a las cinco y media. Él estaba listo para rodar a las diez y yo a las once. Luego un pequeño almuerzo y teníamos que ir a casa temprano para dormir un poco y prepararnos para la siguiente sesión de maquillaje, de nuevo por la mañana. Pero en la película podréis comprobar que aunque los preparativos tomaban muchas horas, no siempre se centraban en nosotros dos. De hecho, viéndolo ahora, no es que tengamos muchas escenas juntos. […] Yo suspiraba por estar con él, pero nos separaron muchas veces. Había gran cantidad de planos en los que yo estaba tumbada sobre una mesa, volviendo a la vida, con esos encuadres de mis ojos. Y para el primer plano en el que grito no era necesario que él estuviera allí. Creo que me entiendes. De todas formas funcionó estupendamente. ¡Oh! Y la parte del comienzo, en la que interpreto a Mary Shelley, no tenía nada que ver con Boris Karloff.
Entrevistador: ¿Cuál de tus papeles te parece más atractivo que el de La Novia?
Lanchester: Era una película llamada Rembrandt con Charles Laughton. La rodé en los años 30 y yo interpretaba a su esposa. Un film precioso. No quiero que perdamos mucho tiempo hablando de ella, así que espero que la gente pueda verla, aunque sea en televisión.
Entrevistador: ¿Fue una simple cuestión de ahorro el hecho de que interpretaras ambos papeles o había algún tipo de simbolismo?
Lanchester: En cierto modo lo había. James Whale (el director) sentía que si Mary Shelley, esta bella e inocente criatura, podía escribir esta historia tan terrorífica, era porque en algún lugar de su interior habitaba este sueño tan horrible. Algunas mujeres hermosas no son las personas más agradables del mundo. No digo que Mary Shelley fuera así, pero ella tenía eso agitándose en su interior y a la vez su exterior era hermoso. Tenía “enemigos” dentro. James Whale quería dejar eso claro.
Entrevistador: Recuerdo la imagen en la que estas envuelta en vendas y entonces abres los ojos.
Lanchester: Eso fue una de las cosas más difíciles de hacer, lo creas o no, porque llevaba trabajando todo el día y ese momento se rodó justo al acabar la jornada. Mis ojos estaban bastante dañados con aquellas pestañas falsas y el maquillaje, y estas vendas los cubrían por todas partes. En la toma, las vendas se retiraban y entonces mis ojos permanecían mirando fijamente. Es difícil mantenerlos abiertos tanto tiempo sin pestañear, así que los mantuve abiertos todo lo que pude y los técnicos cortaron justo cuando iba a pestañear. Como te dije, mis ojos estaban afectados después de trabajar todo el día, así que quizás eso ayudo al extraño efecto. No había nada blanco en ellos, solo un tipo de rojo. El efecto fue muy bueno, pero no fue fácil mantener estos ojos abiertos.
Entrevistador: Si se hubieran realizado más películas con la novia, ¿hubieras participado en ellas?
Lanchester: Oh, sí, por supuesto, en aquella época no pensaba en encasillarme ni nada parecido. Y Dios sabe que este papel es el que siempre me ha acompañado en mi carrera todos estos años, de hecho hay todo un culto underground sobre ella. […] James Whale era un maestro asustando a los espectadores. Él conseguía este efecto mostrando algo muy dulce, muy relajado, antes de que se aproximara el aplastante horror. Enseñaba la boda de una joven novia y la próxima vez que aparecía ella estaba muerta, asesinada. Luego tienes esa escena con Boris Karloff escuchando el violín del viejo ciego. Esa escena te hace llorar, ¡Es preciosa! Eso es lo que no tienen las películas de horror modernas.
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