El pasado miércoles 16 de Diciembre, el ídolo futbolístico David Beckham elogió la apariencia física de su buen amigo Tom Cruise durante su participación en el programa “Lopez Tonight”, conducido en la t.v. americana por el comentarista George Lopez. "Es uno de los hombres más bellos que he conocido", dijo el jugador, y público y prensa han armado el revuelo, no cabe duda que Beckham ha conocido hombres muy bellos dentro y fuera de las duchas de los vestidores deportivos, seguramente en algunos años habrá una biografía no autorizada de Cruise apostando por que siempre sí fue gay y sostuvo un romance con la estrella del soccer. Que a un hombre le parezca guapo otro hombre no tiene que ver con preferencias sexuales. Eso quizá se llame honestidad. Por supuesto, conocemos a muchos que andando de machitos por la vida, si se les pregunta que en caso de que fueran mujer con quién les gustaría tener una aventura, responden sin pensarlo dos veces “con Brad Pitt”, como el ideal encamable por excelencia. Y todo esto viene a colación porque ahora que esta por finalizar el año, este blog hará un recuento de aquellos caballeros de la pantalla grande que provocaron suspiros en estos últimos 10 años, algunos de los cuales seguirán ocupando un buen puesto en las listas de los hombres más bellos en las revistas del 2010, pero muchos otros, se quedaron en el olvido o apagaron la luz de su estrella. ¡Felices fiestas, feliz festín!
2000
La década comenzó con Ridley Scott resucitando un género que hasta entonces parecía acabado: el peplum. Gladiador fue un exitazo en taquilla y sin este filme, cintas como Troya, 300 y Alexander no hubieran visto la luz. Era el año en que un niño bailarín llamado Billy Elliot (Stephen Daldry) cautivaba a las cinematografías más allá de la Gran Bretaña, Ang Lee reinventaba el género de las películas orientales de artes marciales con El Tigre y el Dragón, y Steven Soderbergh ponía el dedo en la llaga en los asuntos del Tráfico de drogas entre México y Estados Unidos. El género musical que desde Evita (Alan Parker, 1996) no había vuelto a encontrar un director que se arriesgara a intercambiar diálogos por canciones, mostró un amenazador come back en el Festival de Cannes cuando Björk se puso a cantar en Bailando en la Oscuridad (Lars von Trier), mientras el bolero le servía a Kar Wai Wong para embellecer secuencias de transición en Deseando Amar (In the Mood for Love). En ese mismo festival una película mexicana ganaba el elogio de la crítica y el ataque de sociedades protectoras de animales: Amores Perros (Alejandro González Iñarritu) fue una ópera prima que resultaría nominada al Oscar y con la que empezaba la buena acogida que las películas de su director han tenido en Hollywood y en el extranjero. Julia Roberts dejaba de ser la mujer bonita y se ponía seria para encarnar a la activista Erin Brockovich (Steven Soderbergh), y de paso lograr la tan ansiada estatuilla dorada el siguiente año. Precedida de muchos temores por una adaptación inadecuada en manos de un director gay, el estreno de X-Men (Bryan Singer) no decepcionó en demasía, aunque muchos fans se sintieron ofendidos por reemplazar a “Cíclope” como líder del grupo a favor de un tal “Wolverine”, pero iniciaba así la fiebre por las adaptaciones de los superhéroes del cómic a la pantalla grande. Y las estrellas masculinas que cautivaron fueron los siguientes dos señores, hombres rudos de pelo en pecho y apariencia viril, que hacieron a un lado a los muchachitos escualidos de carita bonita y perfecta sonrisa. No lo neguemos, el primero fue la adoración de muchas y muchos, actrices se morían por trabajar a su lado, y su nombre era sinónimo de masculinidad, temperamento e inmejorable actuación, y el segundo, aunque de fama algo menor, era un nuevo descubrimiento que habría que tomar en cuenta para el futuro, hombre rudo, sí, pero ¿podría ser considerado un sex symbol? Esas eran las expectativas del 2000, y por supuesto, así sería, llegaría a ocupar el primer lugar, en las pantallas y en los corazones de miles y miles de admiradoras…
1.- Russell Crowe (Nueva Zelanda, 07-04-1974)
2.- Hugh Jackman (Australia, 12-10-1968)
4.- Ewan McGregor (Reino Unido, 31-03-1971)
5.- Viggo Mortensen (Estados Unidos, 20-10-1958)
2001
Es el año de la animación por computadora: La Era del Hielo (Chris Wedge, Carlos Saldanha) y Monsters Inc. (Peter Docter, David Silverman, Lee Unkrich) así lo demuestran. El pelaje virtual de sus protagonistas casi puede palparse y sus guiones demuestran que los efectos especiales deben servir a una buena historia y no a la inversa, como mal hizo Spielberg con A.I.: Inteligencia Artificial, asombrosa en sus efectos pero con una estructura argumental que requería mejor trato. Las exitosas adaptaciones de los aplaudidos libros de J.K. Rowling y del desaparecido J.R.R. Tolkien se estrenan en noviembre y diciembre, respectivamente, y los números en taquilla asombran a sus realizadores y prometen que en las subsecuentes entregas veremos cosas jamás imaginadas en un siglo cinematográfico que ha quedado atrás. Harry Potter y la Piedra Filosofal sigue poseyendo el encanto infantil pero superficial de otras películas de Chris Columbus, mientras que El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo (Peter Jackson), dirigida a un público mayor y con mejor trabajo argumental, divide las opiniones de los siempre insatisfechos fans, aunque el resto del público y los críticos la aclaman como el comienzo de una trilogía fantástica que solo puede compararse con lo sucedido en los años 70’s con La Guerra de las Galaxias (George Lucas). Por otro lado, un puñado de grandes estrellas masculinas aceptan hacer el remake de La Gran Estafa (Ocean’s Eleven, Steven Soderbergh) con el director de moda. Un equipo elegantemente vestido cometerá el atraco del siglo a un casino de Las Vegas, y tras el éxito el filme se convertirá en trilogía, aunque nadie es capaz de opacar a su guapo y maduro protagonista, todo un moderno Cary Grant. Renée Zellweger pinta para estrella, y pasada de peso pero encantadora obtendrá al año siguiente su primera nominación a la estatuilla oscaril por El Diario de Bridget Jones (Sharon McGuire), otra adaptación literaria que no tiene efectos visuales pero que posee la simpatía de muchas comedias románticas para mujeres y hombres imperfectos, reales. El musical revivió y le podemos dar gracias a Moulin Rouge (Baz Luhrmann), apuesta que renovó al género y que puso a cantar verdaderamente a sus actores, dejando las viejas prácticas de doblar con la voz de Marni Nixon a famosas actrices de antaño. Una adaptación de La Dama de las Camelias nunca lució tan alocada pero elegante como esta cinta, heredera de la estética del videoclip y de algunos de los mejores temas pop de los 90’s. Su nominación al Oscar como Mejor Película será el significado de la aceptación del género, de las ganas de ver más baile y canto en las pantallas, nuevamente como evasión de la guerra que Estados Unidos había declarado al medio oriente en busca de armas de destrucción masiva. Después de muchos tropiezos en su carrera, Sandra Bullock logra la película de su vida concursando en los certámenes de belleza y ganando el título de Miss Simpatía (Donald Petrie), aunque le costará todavía nueve años para demostrar su talento actoral y llegar a la antesala del Oscar (¡Crucemos los dedos!). Aquella vez se le escapó el Globo de Oro y tuvo que conformarse con la nominación, la segunda de su carrera, esperemos que alguna de las dos oportunidades que tiene ahora la lleven directo al podio.
3.- George Clooney (Estados Unidos, 06-05-1961)
4.- Ewan McGregor (Reino Unido, 31-03-1971)
En enero y febrero las salas siguen exhibiendo El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, el público ha quedado cautivado y quiere ver más, pero la continuación llegará hasta diciembre próximo. Las nominaciones al Oscar de este año le dan 13 candidaturas, pero solo Ian McKellen logra ser candidato a nombre del equipo actoral. El filme termina cosechando 4 premios, pero sería el actor que interpretó a “Aragorn”, aunque maduro y desaliñado en la película, el que comienza a sonar fuerte para convertirse en el héroe de jovencitas y estrella prometedora de Hollywood. Es el gran descubrimiento, el que deberá cargar con el peso de una trilogía que demostrará ser más que rentable. Pero esa noche de los Oscares fue la noche de los actores afroamericanos: una leyenda viviente como Sidney Poitier, el primer actor que obtuvo una estatuilla, era homenajeado ahora con el Oscar Honorario, Denzel Washington ganaba como Mejor Actor por Día de Entrenamiento (Antoine Fuqua) en una categoría que no era la suya, y para sorpresa de todos, la “Tormenta” de los X-Men, ganaba el primer Oscar concedido a una intérprete de raza oscura en la quinteta de Mejor Actriz protagonista, esto gracias a su actuación en Monster’s Ball (Marc Forster, 2001), logrando el discurso de la década al pasar a recibir su galardón, el llanto por la emoción también hizo lagrimear a miles de espectadores en todo el mundo, y por supuesto al público presente, entre ellas a sus compañeras de nominación, Nicole Kidman y Renée Zellweger que, ante lágrimas tan verdaderas, no sintieron tan feo la derrota. Pocos saben que dos años antes Halle Berry había interpretado en un telefilme a Dorothy Dandrige, la primera mujer de raza negra que competió por el Oscar como Mejor Actriz gracias al musical Carmen Jones (Otto Preminger, 1954). Dorothy y Halle eran una sola alma esa noche, la noche en que de acuerdo a su discurso, “se abrieron las puertas” para una comunidad tan maltratada. Pandillas de Nueva York se estrena luego de casi dos años de espera, DiCaprio, Day-Lewis y Cameron Diaz son los protagonistas y están orgullosos del tributo que Scorsese ha rendido a Nueva York. Esperan con ansia el periodo de premios, seguros de que el filme conquistará muchas victorias. Pero otro filme, sobre los problemas en otra ciudad americana, ha hecho su aparición en las marquesinas y Chicago (Rob Marshall) es el nuevo musical que ambiciona el reconocimiento de la meca. No tiene como protagonista cantante a Nicole Kidman, que se ha puesto una nariz falsa para darle vida a Virginia Woolf en Las Horas (Stephen Daldry), y también aspira a un premio. En fin, habrá que esperar a los Oscares de 2003. Por otra parte, se estrena Camino a la Perdición (Sam Mendes), drama paternal ubicado en una atmósfera gangsteril, donde Tom Hanks intentaba hacer de malo, sin conseguirlo. Este fue el año de Spider-Man (Sam Raimi), otro ejemplo de que con las nuevas tecnologías el cómic sí podía quedar bien en el cine, y a los adolescentes les encantó la escena de Tobey Maguire besando de cabeza a Kirsten Dunst. En 1937, en la primera versión de Ha Nacido una Estrella (A Star is Born, William A. Wellman), Janet Gaynor quería llegar a “Hollywood, el lugar donde los sueños se hacen realidad” para ser famosa; y eso fue precisamente lo que le sucedió a Nia Vardalos, una actriz menor, esposa desconocida de un actor de televisión, que un día escribió un guión, se lo mostró a la esposa de Tom Hanks, y éste se animó a comprar los derechos. El resultado: aquella comedia llamada Casarse está en Griego / Mi Gran Boda Griega (Joel Zwick), inesperado éxito por el cual Vardalos se volvió famosa como actriz y guionista y al año siguiente llegaría a estar en la competencia por el Oscar. ¿Cuestión de suerte? Competidores también fueron los elogiados guiones de Y Tu Mamá También (Alfonso Cuaron) y Hable con Ella (Pedro Almodóvar), cintas de México y España al servicio de una cinematografía que amenaza durante esta década estar más presente que nunca en las alfombras rojas del público gringo. Un buen argumento, basado en una historia corta de Phillip K. Dick, también fue Minority Report: Sentencia Previa (Steven Spielberg), pero lamentablemente para Tom Cruise, su nombre fue opacado, el público y los críticos se fijaron más en el actor que hacía el personaje de “Danny Witwer” que en él, y a Bruce Willis le pasó lo mismo en la cinta bélica En Defensa del Honor / La Guerra de Hart (Hart’s War, Gregory Hoblit), ese actor con pinta de macho atrajo la atención de propios y extraños, ya había interpretado a “Jesse James” en American Outlaws (Les Mayfield, 2001) y contraatacaba en los cines con Enlace Mortal / Última Llamada (Joel Schumacher), también en 2002. Se rapaba la cabeza para encarnar al villano en Daredevil: El Hombre sin Miedo (Mark Steven, 2003) próxima a rodarse, y de paso, mostraba su gran… ego en un video porno. No hay duda, ese año fue el suyo, ¿verdad Colin?
5.- Viggo Mortensen (Estados Unidos, 20-10-1958)
ete ultimo cueraso esta para chuparle el pene uhnnnn q rico
ResponderEliminarquisiera hacerle el sexo oral
ResponderEliminarFaltan algunos como: Jared Leto, Ben Barnes o Garrett Hedlund
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