sábado, 29 de octubre de 2011

En la Opinión de...

ROSITA QUINTANA
-actriz, cantante, compositora-
(1925, Buenos Aires, Argentina)





Sobre su participación en Susana (Carne y Demonio) (Luis Buñuel, 1951):






"No quería interpretar el personaje. Era exclusiva de la compañía (Internacional Cinematográfica) y no pude negarme. […] No quería interpretarla porque no sentía dar el tipo sensual y salvaje; me cohibía encarnar a una mujer liviana. Por mi parte, también la caractericé de manera liviana. Quizá acerté en eso, porque ella no profundizaba, vivía el momento y nada más. Pero fue lindo trabajar con Buñuel y Fernando Soler. En su exhibición la cinta pasó como obra menor del llamado Genio Aragonés, pero conforme transcurría el tiempo despertó el interés de personas dedicadas a buscarle significado a su trabajo...

...Poco a poco me convencieron, sobre todo cuando veía la cara de Luis cuando me dirigía con ternura, con infinita aprobación. Nunca me marcó nada, excepto una escena: se trató de algo técnico, era un big close up donde me abrazaba Víctor Manuel Mendoza y tenía que bajar lentamente mis ojitos, y resulta que yo lo hacía muy rápido. Eso es todo lo que recuerdo que me haya marcado. Vi que a otros sí les daba instrucciones. Para mí fue gratificante haber actuado en esta cinta en cuanto a relación actriz-director. Buñuel era un hombre querible, admirable, con una ternura infinita.

…Hoy, cuando ven la película, me preguntan: ¿por qué eran tan mala? Les digo entonces: usted no la entendió; se trata de una mujer que busca protección, es puramente salvaje y, si puede tener al padre… ¿por qué va a tener al capataz? Eso cualquier mujer lo sabe, aunque no sepa leer ni escribir.”

Fuente: Revista SOMOS, Núm. 209






sábado, 22 de octubre de 2011

Beautiful Wonder Boys: la galería de Anthony Gayton




Anthony Gayton es uno de esos fotógrafos clave del homoerotismo actual gracias a su estudio del cuerpo masculino a lo largo de la historia. Su estilo se caracteriza por la ensalzación de la anatomía masculina, claramente influenciado por la exuberancia de la pintura barroca y el cromatismo renacentista. Aunque Gayton también incluye en sus colecciones múltiples referencias religiosas, prerrafaelistas, cinematográficas o surrealistas.










All images are the property of Anthony Gayton official site:
http://www.anthonygayton.com/



Anthony nació en Devon, Inglaterra, en 1968. A los 19 empezó un curso de fotografía y a los 20 se mudó a Londres para continuar sus estudios en la Universidad de Westminster, obteniendo su diploma en 1990, año en que también empezó a exponer su trabajo fotográfico en exposiciones colectivas en galerías londinenses. Tenía 22 años.

Crecí en un pequeño lugar de Inglaterra, así que no empecé a salir hasta que llegué a Londres a estudiar fotografía a principios de los 90. Este fue el primer paso, aunque discreto. Con un apellido como Gayton la gente me trataba como si fuera gay declarado, era una curiosa coincidencia”.











“Hasta entonces, sólo quería ser fotógrafo de modas. En la Universidad empecé a incorporar elementos del mito, la leyenda y de la historia del arte en mi trabajo, creando híbridos. Desde entonces, me encanta esta mezcla de la moda fusionándose con una historia, real o inventada. Fue entonces, durante la Universidad, que cree "El Angelus", un cuento de una niña que crea el hombre perfecto, que se convierte en una bestia y se enamora de su hermano.”

“Mi mayor problema en esos días fue obviamente el dinero… Después de terminar el colegio, tardé 8 años para estar en condiciones de trabajar. En 2005 “El Angelus” por fin vio la luz de la forma que quería. Y aunque helo allí y tomó todo un año de trabajo.”














En 1993 Anthony se instala en Viena y al poco tiempo comienza a trabajar como ayudante del fotógrafo austriaco Andreas H. Bitesnich, artista especializado en retratos y desnudos. En 1998 retoma su vieja pasión: la fotografía erótica homosexual. Tras trabajar en París y Londres, y publicar su trabajo en varias revistas, expone por primera vez en Viena en 2001. El éxito de la misma le lleva a poder publicar en revistas como Gay Times, Bleu o Playgirl, y a partir de 2007 Gayton abandona el estudio de Bitesnich e inicia su carrera en solitario, pero consiguiendo un estilo único, soberbio, altamente erótico pero al mismo tiempo delicado y preciosista que le ha valido el reconocimiento internacional.











Desde entonces no ha parado de trabajar en editoriales y en exponer en las más importantes galerías internacionales. Sus trabajos han sido presentados en las principales ciudades europeas y colabora con las revistas internacionales Squeeze y Blue Muse, por ello se le considera una de las figuras claves en la fotografía homoerótica contemporánea.













Entre los artistas que Anthony cita como influencias más directas aparecen el pintor Stanley Spencer y el fotógrafo de celebridades Cecil Beaton, que de hecho fueron quienes le indujeron a dedicarse al arte. También clásicos como Caravaggio o el polifacético Jean Cocteau, para quienes la obra de Gayton pretende ser un homenaje. Sin embargo, Anthony no deja de citar la iconografía gay entre sus influencias, o incluso el porno. Uno de sus máximos referentes es Jean Genet, autor de Querelle de Brest, una de las mayores novelas de culto gay de la historia.












De toda su obra, quizá la más popular sea el libro "Sinners and Saints", que ha recorrido medio mundo y por supuesto ha llegado a librerías especializadas. Este libro vio la luz en junio de 2005 y recopilaba algunas de las obras que Anthony Gayton había realizado durante los 6 años anteriores. Esta obra recoge a la perfección la filosofía de Anthony: Mitos del mundo gay reinterpretados por los modelos por él escogidos, con un toque a lo Pierre et Gilles, con quien le han comparado muchas veces, y a menudo por su inclinación a los íconos religiosos que añade dosis de morbo por doquier. Mas adelante presentó su serie "Mirror Mirror", inspirada en el modelo Michael Reiter.














Muchas de las obras fotográficas de Gayton están retocadas digitalmente y se inspiran en mitos, personajes religiosos o profanos, pero siempre la belleza masculina está representada con connotaciones eróticas. Así, ha reinterpretado obras pictóricas de Andrea Mantegna o Caravaggio, mitos homoeróticos como Ganimedes, Ícaro o Narciso o personajes como San Sebastián, al que los pintores han utilizado tradicionalmente como modelo de belleza masculina y que claramente se ha convertido en el icono religioso de la comunidad gay.











“Nunca quise representar la vida gay contemporánea, y resultaría falsa si trató de hacerlo. Estoy más preocupado por encontrar una estética romántica personal. Por lo tanto, mi trabajo refleja mi pasión por la historia y la historia homosexual en particular. Mi libro “Sinners and Saint” […] es una completa colección de iconografía a través de los tiempos y estilísticamente muy diversa. Mito y religión por supuesto son los protagonistas, como poderosas expresiones de deseo y la naturaleza de nuestra existencia.”



















Lo importante para mí era la conexión de este imaginario y el elemento homosexual. No pretendo con esto el elemento homoerótico (el hombre desnudo o medio desnudo), sino la relación histórica con la identidad homosexual, ver el sufrimiento de San Sebastián, el maldito vuelo hacia la libertad de Ícaro o la escandalosa masculinidad en la era del Beefcake (entre 1950 -60) cuando los hombres gay fueron considerados afeminados y débiles.”









En nuestra época “sin Dios”, como dice el Papa, la religión cristiana es vista desde un punto de vista histórico y político y, a continuación, juzgada de acuerdo a estos parámetros. No puedo hablar por otros artistas, pero yo utilizo imágenes religiosas para resaltar aspectos muy diferentes de lo divino. Mi elección de un sacerdote en la serie "Virtudes Celestiales" (Heavenly Virtues) fue con el propósito de subrayar que el poder del amor está más allá de todo, incluso más que el amor de Dios.”













Continuará...